Escribe VLADIMIR
ROJAS·MARTES, 23 DE ABRIL DE 2019.
La difusión de la
lectura en Cañete, es similar al proceso para evitar la extinción de algunas
especies: Los esfuerzos son efímeros, y el Colectivo Sur-real es el grupo
rescatista que se lanzó al dramático rescate. Leer, el acto liberador de
pueblos sometidos, se volvió en el verdugo opresor para millones.
Justamente, hace más
de 20 años, un profesional cañetano, menudo y delgado, docente y contador,
escribía un ensayo que quedó rezagado y olvidado, quizás porque ya nos advertía
que en el valle padecíamos con agudeza tan anómala rareza, y que denominó “Un
Pueblo en Busca de su Identidad Cultural”
“… hay en sus
pobladores un conformismo, una indiferencia, un silencio, un desinterés que
induce a pensar que el cañetano prefiere permanecer refugiado en un ostracismo
permanente, pese a su cercanía a la capital.” Señalaba Esteban Loo en aquel
libro para explicar la ausencia de identidad que sigue ocupando su lugar en
nuestro valle.
Y valgan verdades,
que ningún arquitecto de normas, ningún timbero a la alcaldía, ningún
empresario cosmopolita y ningún mercader de la cultura citadina mostró interés
en aquella reflexión tan vigente, ni tampoco se han abierto espacios desde
nuestras instituciones para destornillar nuestras ideas, responsabilidades y
compromisos sociales.
PRECIADO DÍA. Cuándo
en complicidad con el Colectivo Sur-real llegamos al hogar de don Esteban Loo
para entregarle la reedición de su libro.
Y recuerdo la
hospitalidad del hogar de don Esteban Loo el día que llegamos para entregarle
la reedición de su libro el último trimestre del 2017.
Esa hospitalidad
perdida de la Biblioteca Municipal que hace más de 25 años se construyera en
San Vicente. La devaluamos, la condenamos a la miseria burocrática de papeles y
sillas, fuimos en varios lustros los asesinos de la lectura local.
“… diríamos que el
cañetano está todavía en el “limbo del alma de su pueblo”. No ha aprendido a
ser dialogador, concertador y colocarse por encima de mezquindades, suficiente
como para levantar banderas en beneficio de su tierra natal…”.
Sí don Esteban,
resalto dicho párrafo de su obra, porque pasará un año más, y condenan hasta
los que no son católicos a un lugar del que reniegan, pero del cual disfrutan.
Y recuerdo, el abrazo
y sincera amistad que me expresó la familia de don Esteban Loo cuando dialogaba
unos minutos y conocía más de su análisis de Cañete.
Un diálogo ausente,
una amistad a la lectura que no se acrecienta en la Casa de la Cultura,
construida para eventos de trascendencia y no de ceremonias particulares, ni
tampoco para mantener a los administradores de una Universidad que no quiere
construirse.
Y tampoco es un
dramatismo, pero ningún municipio tiene idea alguna de cómo promover la
lectura. Eso es tarea de los colegios, dicen las autoridades, aunque reciban
presupuesto del Estado para tal fin, pero se desvía para inflar el pago de
expedientes o fingir que se mejoran parques.
Y por qué escribes
Vladimir sí son pocos los que te leen; pues lo hago para calmar el alma, no
reprimir mis dedos, y porque renuncié a estar de brazos cruzados.
Don Esteban Loo está
aquejado en su salud, y no puedo pasar por alto la fecha, para desearle su
pronta mejoría.
Comunícate con nosotros
al 943468308 y al 589-2103; y, Escúchanos en “Al Rojo Vivo” de lunes a viernes
de 9 a.m. a 11 a.m. por los 107.1 de ACTIVA RADIO en #Cañete y por el siguiente
enlace: http://www.activa1071.com/
Comentarios