Escribe Vladimir Rojas·Jueves 26 De
Septiembre De 2019.
En toda la región existen
deficiencias, en el sector salud, para atender los embarazos. Las causas van
por Insuficiencia de recursos, la DIRESA no tiene visión, los especialistas
huyen por falta de pagos, y existe infraestructura a puertas cerradas, como se
registra en Cañete.
Atender la primera infancia es una
prioridad a nivel nacional, sin embargo, el lirismo por invertir en maternos
infantiles desde el gobierno regional, marcha al compás del alejado reclamo de
los alcaldes en diversos distritos. TODO SIGUE EN PALABRAS.
Resulta inconcebible que el Centro de
Salud de Mala siga sin funcionar como materno infantil. Hasta el 2018, se
emitió una resolución elevándolo a dicha categoría, sin embargo, estando por
cerrarse el 2019, todo sigue igual. La red Chilca – Mala prefiere cortar los
beneficios a los trabajadores y llamar a los cargos a gente sin experiencia.
Imperial por su lado, decidió bajar su
lucha por el materno infantil de Ramos Larrea. El terreno municipal sigue
abandonado, mientras el hacinamiento a las parturientas sigue en período
vitalicio. Si al alcalde no le interesa la salud de la capital comercial, ¿qué
prioridad tiene en su despacho?
En Quilmaná debió iniciar la
construcción de su materno infantil. El pretexto del expediente fue el
membretillo del 2019. Anunciaron licitarlo por 13 millones, cuándo tienen en
sus cuentas sólo tienen 2. Pero su alcalde tiene una “gran confianza” que le
durará hasta el 2022.
Con la experiencia latente del
Hospital Regional, los alcaldes en Cañete deberían acordar hasta que culminen
sus gestiones que la prioridad para la primera infancia sea real, pero se
reúnen para reuniones improductivas con almuerzos de anchas facturas. DEJEN DE
COMER Y PÓNGANSE A TRABAJAR.
La gestión de Chavarría debe
ordenarse. Porque fácil es decir que también Nuevo Imperial y Chilca tendrán
maternos infantiles. Pero sin presupuesto y sin resolver los pendientes por
aperturas, el 2020 le puede pasar factura, mientras el riesgo lo sufren a
diario los concebidos que no pueden alzar sus brazos.
La Dirección Regional de Salud que aún
sigue festinando el médico Cárdenas no tiene intención de resolver tales
problemas. La Gerencia Regional de Desarrollo Social que hoy administra la
sonriente Aracely aún no entiende cuáles son los proyectos. Y el Consejo
Regional aún pisa a fondo en investigar qué pasó hasta hoy.
Todos tienen derecho, y más los que no
pueden expresarlo como los bebes en barriga. La salud es un derecho y no una
oferta política. LOS EMBARAZOS TAMBIÉN LLORAN no lo olvidemos.
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