(31/03/2013) Dos poderes del Estado divorciados, y en el medio un
premier confrontacional. El viernes 12 Juan Jiménez debe ir al Congreso a
responder un pliego interpelatorio.
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Interpelación.
Constantes críticas de Juan Jiménez han desgastado la relación entre Ejecutivo
y Legislativo. Opositores y oficialistas lo acusan de un trato discriminatorio.
Por Martín Hidalgo.
En el pleno del Congreso de la
República del 25 de marzo, el legislador aprista Mauricio Mulder –Ipad en mano–
leía con énfasis el significado de la palabra "dispensa" según la
Real Academia Española.
"Dice: Privilegio,
excepción graciosa de lo ordenado por las leyes generales, y más comúnmente el
conseguido por el Papa o por un obispo".
La lectura iba dirigida al
premier Juan Jiménez, quien se presentaba para dar los avances sobre la Ley de
Igualdad de Oportunidades.
La intención de Mulder era
demostrar que Jiménez usaba la palabra "dispensa" para evitar "disculparse"
tras las acusación de varios congresistas sobre malos tratos en la Presidencia
del Consejo de Ministros.
La primera queja era de la ex
nacionalista Verónika Mendoza, quien fue impedida de ingresar a una reunión en
la PCM sobre temas referidos a Cusco, región que representa.
"Voy a alcanzarle al
premier el registro de llamadas telefónicas de mi despacho, donde se da cuenta
de las innumerables veces que mi secretaria trató de comunicarse con su
secretaria para poder coordinar esta reunión, y que no fueron
respondidas", decía Mendoza.
Pero no sería la única.
Lourdes Alcorta recordaría que durante la huelga médica lo llamó cuatro veces
para mediar con el sindicato. "Usted me mandó a decir con su secretaria,
un martes, que nos atendería el próximo lunes", enfatizaba.
Luego, el fujimorista Elías Ávalos presentó un video donde se acusaba a la PCM de querer revivir un proyecto archivado para la delimitación territorial entre Chincha y Cañete. En el registro, del 14 de febrero, aparecía incluso el testimonio de la ministra Ana Jara rechazando el proyecto en su calidad de congresista por Ica.
Las críticas contra el premier se han agravado después de las constantes críticas contra el accionar parlamentario.
Mulder lo ha acusado de tener
una visión fujimorista "en la que el diálogo con el Legislativo molesta e
incomoda en demasía al Poder Ejecutivo".
El aprista incluso reveló que
"en el Consejo de Ministros el propio presidente Ollanta Humala habla
pestes de los políticos y dice que ir al Congreso es una pérdida del
tiempo".
Los pepecistas también le han
perdido estima a Jiménez. Juan Carlos Eguren, vicepresidente del Congreso, lo
tildó de "desubicado" por decir que la interpelación es negativa.
Mientras que Luis Galarreta le
recordó que la Ley de Reforma de las AFP fue diseñada por miembros de la
bancada oficialista de Gana Perú. Esto después de que el premier acusara al
Parlamento de "aprobar al revés" la referida norma.
Las relaciones entre el
premier y la bancada oficialista tampoco es fluida. Ningún nacionalista pidió
la palabra en su defensa a la hora del debate de la moción de interpelación.
Yehude Simon cree que Jiménez
pudo evitar la interpelación de presentarse al pleno por voluntad propia, como
hizo el ministro Wilfredo Pedraza. Más aún cuando el titular del Congreso,
Víctor Isla, dilató la moción en su contra.
CLAVES
Mociones I. El Departamento de
Investigación y Documentación Parlamentaria (DIDP) registra que en el Congreso
pasado, durante los dos primeros años, se presentaron 15 mociones de
interpelación, de las cuales cuatro fueron aprobadas.
Mociones II. En lo que va de
este periodo legislativo, se han presentado 20 interpelaciones, de las cuales
han sido aprobadas solo cinco.
Mociones III. El ministro del
Interior, Wilfredo Pedraza, evitó la interpelación asistiendo al pleno del
Congreso por cuenta propia.
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