MINISTERIO DE CULTURA MUESTRA AVANCES DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA
SUBACUÁTICA EN CERRO AZUL.
Con el apoyo de la National Geographic Society y el Ministerio de
Cultura, el doctor en Historia Marítima Jorge Ortiz Sotelo lleva a cabo desde
el 2010 la búsqueda del galeón Santa Ana y el patache San Francisco, que en
1615 se enfrentaron a la flota del pirata holandés Joris van Spilbergen.
Un avance de su trabajo investigativo fue presentado en el Ministerio
de Cultura con la presencia del viceministro de Patrimonio Cultural e
Industrias Culturales, Rafael Varón Gabai, y Fabio Amador, oficial del programa
de las becas Waitt, de la National Geographic.
Varón Gabai explicó que no son muchos los especialistas que tenemos en
arqueología o en historia marítima; sin embargo, estas especialidades ya
empiezan a despertar interés. Expresó que este es un buen momento para empezar
a tener actividad en estos campos.
Sostuvo que ya se han dado exploraciones en los lagos, en los ríos y
en el litoral marino, y lo que hemos visto es que la dificultad es inmensamente
mayor que cuando se trabaja en tierra. “El tratamiento de los materiales
hallados es completamente distinto, requiere un tratamiento especial, y una
investigación especializada”, indicó.
“Jorge Ortiz Sotelo”, manifestó el viceministro Rafael Varón, “se
sumergió en archivos peruanos y españoles, determinó el posible lugar del
posible hundimiento de las naves, y estableció un área de búsqueda”.
Seguidamente, Ortiz Sotelo detalló que en el área de búsqueda se han
llevado a cabo cuatro campañas de prospección remota que ha incluido el empleo
de un magnetómetro y de un detector de metales.
Se hallaron once anomalías magnéticas que podrían indicar la presencia
de los restos de una o de ambas naves, e inmediatamente se efectuó una
inspección visual del fondo, aunque no se hallaron evidencias superficiales de
estos restos.
Explicó que la rama de la arqueología que estudia este tipo de
estructuras es la arqueología subacuática, que aún no ha logrado un adecuado
desarrollo en el país.
“Los trabajos que hasta ahora se han hecho han tenido un carácter de
rescate de piezas o de búsqueda de tesoros, lo que, en realidad, constituye una
suerte de huaqueo submarino que destruye muchas veces evidencias que podrían
aportar un mejor conocimiento de nuestro pasado marítimo”, resaltó.
La batalla
Tanto la Santa Ana como la San Francisco formaban parte de la Armada de
la Mar del Sur del virreinato peruano. El 17 y 18 de julio se enfrentaron en
aguas de Cerro Azul, al sur de Lima, junto a otras cinco naves con las cinco
que formaban la escuadra del almirante Spilbergen.
Como resultado de esta acción se perdieron el galeón Santa Ana, donde
izaba su insignia el almirante Pedro Álvarez del Pulgar, y el patache San
Francisco, al mando del capitán Juan Arce de Albendín. Cerca de 400 personas,
entre ellas algunos de las familias más notables de Lima, murieron durante el
combate y el hundimiento de ambas naves.
Al igual que todas las naves que en ese periodo surcaban el Pacífico,
las perdidas en Cerro Azul eran construidas en estas costas y ostentaban una
tecnología que, desde mediados del siglo XVI, difería en algunos aspectos de la
predominante en el Atlántico.
Asimismo, la dotación de ambas naves representaba a la sociedad de su
puerto o localidad de origen, en este caso el Callao y Lima, anterior al
maremoto de 1746. Si bien sobre esta última existe alguna información
documental y arqueológica, la del Callao es muy escasa, y en el caso marítimo
prácticamente inexistente.
Es necesario añadir que, hasta donde se conoce, no se han encontrado
restos de naves hundidas de ese periodo en toda la costa oeste americana, por
lo que si se llegan a encontrar las de Cerro Azul serían las primeras en ser
estudiadas de manera científica.
En marzo último Jorge Ortiz presentó en la National Geographic Society
los avances del proyecto y encontró una recepción positiva a la posibilidad de
continuar con el apoyo en su investigación.
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