LA INTOLERANCIA E INDIFERENCIA
DE JOSE ARIAS LLEVA CONSIGO LA CONTAMINACIÓN DE UNO DE LOS POCOS ESPACIOS CON
QUE CUENTA LA POBLACIÓN PARA COMPARTIR EN FAMILIA ¿USTED VOTARÍA POR ÉL?
(JUVROH)
Cuando se creía que todas las
playas de Asia eran puras y limpias, la verdad es que ya no es así. Estas
imágenes demuestran cómo el desagüe de uno de los condominios conocido como La
Joya traslada sus residuos por un tubo, cruza el antiguo puente carretero para
inmediatamente arrojarlo en el río Chico. Así, las aguas servidas bajan a campo
abierto camino a la playa de Rosario de Asia. Hasta antes de Semana Santa, era
imposible vivir con el olor totalmente nauseabundo que se percibía –incluso-
hasta la parte media del valle.
La población directamente
afectada –como era de esperarse- presentó sus reclamos ante las autoridades.
Desde entonces ya no existe el olor insoportable por la aplicación de químicos,
pero el desagüe continúa bajando al mar. Se han tomado muestras pero sin que se
sepan los resultados. Con la basura arrojada en el río la contaminación es más
que evidente. ¿El mar soporta todo? ¿Y los peces, los recursos marinos, la
arena, el ambiente? ¿Y la salud de la población?
Ante el crecimiento
poblacional y en coherencia con las leyes ambientales, es necesario pensar en
–por lo menos- una planta de tratamiento de aguas residuales en el distrito de
Asia. Por ejemplo, son cada vez más las municipalidades –de los 1834 distritos
del país- que se han acogido al sistema PIGARs (Planes Integrales de Gestión
Ambiental de Residuos Sólidos) que impulsa el Ministerio del Ambiente. La idea
es ser una ciudad limpia, sana, saludable y modelo de ecoeficiencia en temas
ambientales. ¿Por qué no?
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